30 de Octubre Osel, el niño español al que el mismo Dalai Lama reconoció como la reencarnación de otro lama, ha dejado la vida monástica. Sus padres parecen haber sido unos hippies a quienes todo esto les vino grande.
Los lamas le han quitado la financiación y ya no pagan sus aventuras educativas por occidente. Es normal que aquello que mitificamos como exótico desde aquí vivido allí sea tétrico; pero tengo la intuición de que, en algún momento, tendrá una crisis y este mundo occidental tan ajustado al hombre se le quedará corto, como a todos, entonces él contará con la oportunidad de saberse la reencarnación de un lama y tal vez, por su propio pie, vuelva a l monasterio.
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