14 de Marzo A los de la tesis de la conjura su ficción les está pasando factura psiquiátrica. Basta ver la televisión de la capital para darse un paseo por una realidad paralela. Uno, incluso, pasando por allí sólo por morbo, acaba por pensar si, acaso, estará equivocado en todo, en que estamos engañados y lo que el sentido común nos dice es erróneo.
Lo que me pregunto es cómo un señor como Sánchez Dragó, en su ancianidad, se aviene a hablar al dictado, con el vocabulario de la facción. Será que piensa como ellos. Y en medio de esa debacle que nos muestra como evidentísima va e invita al flotante Jodorowsky para una sección de buenas noticias. Su euforia senil inexplicable es como una bufonada dentro de un aquelarre.
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