Bruno Marcos

10 de Septiembre Desde que nació sólo le hemos puesto jazz. Últimamente he pensado en que oiga algo de música clásica y le he enseñado a dirigir con los dos dedos índices. Lo increíble es que a los dos días ya distingue todas las demás músicas de la clásica y se pone a dirigir y a reírse mientras me mira.

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