15 de Junio Casualmente enciendo el televisor y ponen El club de los poetas muertos. Ayer me advertían del peligro de transformarme en mi profesor, el que me guió hacia las palabras...
Siempre pensé que tuve suerte de haberle encontrado pero según van cayendo los años y me hundo en este pozo sin luz de la enseñanza empiezo a pensar que tal vez, y aunque sea una inmodestia, fuera él el que tuvo la suerte de que yo fuera su pupilo.
Ahora, que casi ya no me hacen gracia los alumnos malos y espontáneos, reconozco que jamás me he topado algún alumno como esos del club de los poetas muertos, sensibles, receptivos, soñadores...
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