Bruno Marcos

31 de Marzo Otro cocido maragato. Nos cuenta el espíritu de haro tecglen que, haciendo turismo de interior, recayó en una plaza de un pueblo para salirle al paso un trajeado artista que les invitó a su casa museo, la única de un artista vivo. Dice que todo él era un yoísmo puro a lo que le respondo que el arte es una de las reservas universales para evitar la extinción del narcisismo.

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