Bruno Marcos

30 de Diciembre La ciudad secreta. Bien pudiera ser este el título de un blog para el próximo año. Tal vez hasta me anime.
Parece al fin que todos los escritores de esta ciudad seamos una secta: los mismos libros, incluso las mismas caídas por el inmenso internet...Uno siempre pensando en que todo lo que escribe cae en saco roto y ya ves... el librero ogro se enteró del artículo de los escritores secretos y se enogreció, tanto que debió afirmar que yo era un seudónimo de algún otro que le odiase...

29 de Diciembre Convenzo a tres incautos para ir a cenar a Habibi porque ameniza las noches del sábado con danzas del vientre. Es algo que me fascina. Entiendo que en la antigüedad rodaran cabezas a capricho de bailarinas porque hay algo enormemente cautivador, seductor, erótico en ese repertorio de movimientos incrustados en un cuerpo que perece atravesar el tiempo para comunicarnos la sensualidad de lo vivo que tenemos.
La chica en este caso no es ni siquiera oriental sino de aquí. El pobre Habibi está arrinconando todo lo árabe para que se vea que es rico, que está a la altura nuestra y ya no tiene encanto.
En Marrakech a las bailarinas que danzaban en los Riads las veía llegar cubiertas hasta los ojos. Salían de la muchedumbre con prisa y se colaban en el palacio no sin dejar ver, por alguna ranura, las lentejuelas doradas o los velos que llevaban ya debajo. En el Riad se apagaba el estruendo del zoco y entre los apuntes naturales sonaba la música de un tambor y un laúd muy suaves que don músicos muy delgados hacían sonar en la penumbra.

28 de Diciembre Sigo enredado, no sé cómo, en un proyecto tras otro. Salen de la nada. Cuando uno tiene la certeza absoluta de que nadie se acuerda de uno van y le llaman, le rescatan del fracaso, para mantenerse a flote unas semanas sobre las aguas no ya de su vocación sino de lo que acaba por ser más bien una manía.
Son los trabajos y los días. A veces es mucho trabajo y uno piensa para qué, si lo que buscas no es dinero, si ya tienes la certidumbre absoluta de que te jubilarás en las aulas y que ningún triunfo te salvará de ellas, y lo que es más cierto, que seguramente otro estado será bastante más duro que dar clase.
Y así voy hacia otro año. Casi todo esos trabajos me los habré inventado yo. Son ya un algo inevitable que llena el tiempo, el espacio de mi vacío.

27 de Diciembre Creo que me viene una época de timidez. No sé por qué, de vez en cuando, me pasa, me da vergüenza todo, incluso mirar a los ojos a la gente. Es cíclico. En realidad la timidez me disgusta pero me atrae. ¿ A todo el mundo le gustan las personas tímidas o sólo a mí?

26 de Diciembre ¡Qué extraño es el mundo de los talleres mecánicos! Siempre entro en ellos como un intruso. No sé si debería pedir disculpas o exigir altivamente. Son como la fragua de vulcano. Hombres tan rudos, tan empecinados en una mugre de caucho y metal, me intimidan. Ante los inmensos misterios de los motores, las ruedas o las correas de distribución sólo puedo limitarme a pagar y a marcharme.

25 de Diciembre La comida del día de Navidad. Mi hermano se pone el traje de Gómez de la Serna y, ya en al mesa, lanza un bomba: "Os aconsejo que en la educación de vuestro hijo Darío utilicéis la técnica de reñirle o castigarle sin motivo, para que aprenda a defenderse en la vida."
Hay que reconocerle que es un Sócrates porque, con tal provocación, no se quedó callado ni el espíritu de su gato fenecido no ha mucho.
Era casi imposible contestarle sin que se cruzasen por medio amonestaciones y chanzas burlescas hacia él emisor de tal mensaje. Cuando pude grité que eso era lo más inmoral que había oído en los últimos tiempos, y, para hacer hincapié, añadí que creía que era lo más inmoral que había oído desde lo de la guerra de Irak, que ocasiones le sobrarán para comprobar que la injusticia existe hasta el absurdo sin necesidad de fabricarle una artificial, que lo que peor aguanta el ser humano, incluso peor que el dolor físico, es la injusticia. Tal vez sí sea bueno que aprenda a sobrellevarla pero no a aceptarla.

24 de Diciembre Hoy es Nochebuena y una soterrada euforia va aflorando. Veo, con ese recelo estoico tan propio de mi madre, los conatos de excesiva e injustificada felicidad. Pienso en otros años, en que ha habido unos mejores que otros, algo que yo me negaba a aceptar, todos habían de ser iguales.
Este año el niño ya abre sus propios regalos. Entre la algarada le cojo y le pongo en pie sobre una mesa para que vea todo el festín de despapelamiento y él, de forma intermitente, se vuelve serio hacia mí y me enfoca con su mirada azul. Es como si necesitase constatar que era yo el que estaba ahí con él y que yo encontraba normal a esa jauría destripando regalos.
Cada Nochebuena uno la vive con menos pasión, con más ganas de irse a su casa y a su cama y a sus cosas de siempre, sin darle importancia ni a alimentos, ni a regalos, ni a buenos deseos. Pero al tiempo que se pierde intensidad se gana en estabilidad.

23 de Diciembre Lutero pasa por mi sofá. Ahora me propone que haga un taller con adolescentes en la gran feria de la villa. Como mis ideas son tan negras me cuesta Dios y ayuda integrarme en ese mundo tan naïf en el que la industria del libro quiere travestir la literatura.

22 de Diciembre Me decía que ya no me afectaba estar separado del niño y, ahora, el pensar en la inconsciente alegría que me causa saber que no me voy hasta dentro de 17 días me confirma que no lo soporto. Aunque pueda sobrevivir a ello me destroza saber que está en casa cuando yo no estoy, iluminando cada instante del día y de la noche, y que me quiere, que se alegra al verme y se acurruca entre mis piernas al entrar en un sitio que le resulta extraño.

21 de Diciembre Recorro estas carreteras de todas las semanas para pasar las navidades en casa. En ninguna emisora encuentro nada que escuchar y prefiero oír el ruido del motor y el viento sobre el parabrisas.
Hace ya más de un año de todo y me sigue extrañando que todo pase, como si en algún momento todo no hubiera pasado. El cuentakilómetros no miente, es un reloj de mi vida. Seguramente ese entonces en el que todo no pasaba era la infancia, sin pasado ni futuro; pero, ¿acaso no vivimos sólo en el presente muchísimo más de lo que creemos? Únicamente estos ratos de introspección, o una ráfaga de nostalgia, de experiencia mal digerida.

20 de Diciembre Es preciso que Sísifo tenga pasión. Albert Camus

19 de Diciembre ¿Y qué será de este diario sin destino? Se apagarán sus palabras que ya bullen en mi cabeza de los días del próximo año en que no habrá diario. Tantas cosas que he dicho en él... Casi todas seguramente tristes, cosas que sólo contribuyen a deprimir al planeta.

18 de Diciembre Los últimos días de este trimestre. Se posan los años unos sobre otros. ¿Hacia dónde? Nada importa demasiado y el tiempo se aplasta sin acusar desgaste alguno. Es él mismo el que se renueva destruyéndonos...

17 de Diciembre OJOCIEGO

16 de Diciembre Un alumno ha conseguido unos resultados asombrosos. Les planteé copiar una cabeza clásica en arcilla, a la misma escala, y no sólo ha logrado darle proporción y movimiento sino alma. Ese trozo informe que trajeron en un bloque inspira la sensación de estar sintiendo algo, esa extraña melancolía de las esculturas griegas, como presas en sí mismas.
A partir de un momento dado decidí no tocarla, solamente suministrarle indicaciones verbales. Pero, luego, he tenido que intervenir en las esculturas de los otros y me ha sorprendido la facilidad con que se arreglaba lo deforme y me he quedado confuso con respecto a mis ideas sobre la belleza. ¿Está en la mano de cualquiera? Al menos de algunos, en realidad de muchos más de lo que uno piensa... Si no es decididamente algo inaccesible: ¿qué tengo que pensar ahora?

15 de Diciembre ¡Cómo se aplasta el tiempo sobre sí mismo! Al releer el diario del año pasado ya en el libro suena a otro que ya no soy yo. Las cosas que me pasaban, preocupaban o divertían… En qué poco tiempo se hace ajena a uno mismo su propia vida. ¿Era yo aquel? ¿En qué sentido puede uno afirmarse ante algo que ya no es él, algo que ya no sería capaz de escribir por falta de pasión o energía?
Estamos abocados a una caducidad informe, a una mutabilidad en la que se derrumba tanto que nos parecía crucial.
En el momento en que te lees como a otro es cuando puedes ver cosas que antes no veías, una mirada de verdad externa, cosas incluso positivas, pero como de otro… ¿puedes apropiarte de ellas?¿no son de otro, del que eras?

14 de Diciembre Me dicen que Stelarc se ha colocado finalmente la tercera oreja en un antebrazo. Hará dos años desde que le oímos explicar el proyecto y desde que, luego, en el bufete, nos pidiera disculpas por golpearnos con el codo del brazo que, hoy, alojará la nueva oreja. Entonces, en fotografía del laboratorio donde la cultivaban, tenía un aspecto calamitoso, podrida, informe. Espero que ahora tenga mejor pinta.

13 de Diciembre En esta soledad endurecida por el frío se esculpen los edificios frente a esta ventanita bajo la cual he colocado, ahora, el ordenador. Los bloques se extienden hacia el horizonte de lo que podría ser una ciudad cualquiera en cualquier lugar del mundo.
Hace falta imaginación –la imaginación del hombre- para considerar este mundo apasionante. Gran parte de la infelicidad viene a quien pretende vivir con pasión.
Adelantándose a la navidad tres hiladas de luces de colores intermitentes enmarcan sendas ventanas a lo lejos. Son un apunte indeciso y extraviado, un signo en la noche incapaz de remitir a lo que indica: ilusión, calor, amor… sin embargo laten contra el vacío sideral, sin más construcción delante, palpitan frente a una niebla embrujada que viene del polo norte.

12 de Diciembre Lutero aspira a la santidad. Después de tantos secretos que le he guardado va y me oculta este, un proyecto, que podría ser el más alto que ha acometido, hasta que es casi una realidad. Lo intento defender en las páginas de los futuristas utópicos y un ser, no sé si cándido o sarcástico, me defiende como el mejor candidato a dirigirlo. Es muy gracioso. Alega que yo soy el más indicado para el puesto por ser tan buen artista, poeta y persona. No puedo menos que sentirme halagado aunque sea de burla. Desde mi pequeñez que se acuerden de mí aunque sea para una quiniela de la mofa es mucho. Contesto que yo no puedo dirigir nada porque estoy soldado a este sitio, que soy funcionario de carrera.

11 de Diciembre Me manda un mensaje el editor comunicándome que ya está el libro del blog del año pasado, Nevermore. No podré verlo hasta el viernes. Otra vez me pongo alegre.
Hay algo impresionante que ocurre con las ediciones y es ver la multitud de libros iguales, apilados en cajas de cartón o en paquetes... Imaginarme no sólo el libro cosido y encuadernado sino los cientos de volúmenes idénticos. En otras ocasiones, al entrar en alguna bodega editorial, he sentido una mezcla extraña de sentimiento de poder y de violación, de poseer un ejército infinito de mis palabras prestas a extenderse por la faz de la tierra y un gole de viento que sacude mis secretos al aire, desnudos.
Sale ahora, cuando faltan 20 días para que acabe este otro diario tan secreto, comparado con el otro, este que casi nadie transita quizá por mi propio deseo. Con el otro se creó un revuelo en la ciudad. Nadie tenía un blog entonces y muchísima más gente de la que yo esperaba me asaltaba para hablarme de él, para decirme que se había enganchado al menos un tiempo, que era apasionante y morboso ver mi intimidad y a los personajes, que muchas veces eran ellos mismos. Creo, con poca modestia, que supuso una pequeña conquista para la libertad en nuestra ciudad aunque todo estuviera en tono de parodia y en género caricaturesco. También nos hizo sentirnos personajes literarios de la novela que era nuestra propia vida.
Yo me quedé con lo íntimo sentimental que fue lo que quise desarrollar en este, apuntes obligados de los 365 días del 2007. Realmente el título de este no le corresponde, Del payaso y el esqueleto era el personaje de Nevermore, no en vano la serie de dibujos que incorpora el libro es la de Suite del payaso y el esqueleto.

10 de Diciembre De pronto un día das una clase magistral. Hablas sin parar pero con sentido, con palabras ajustadas y certeras, con ejemplos que les conmueven, sin pararte a pensar que ya no crees en la mayoría de las cosas que defiendes como altas, como dignas de ser transmitidas, y luego te pones a dibujar un ejemplo y ves el dibujo hermoso, suelto, proporcionado y expresivo y llegas a pensar que saber dibujar es algo importante…
El caso es que, seguramente, esa prestancia docente se deba a algo externo, a que algo fuera de ese aula te ha revitalizado.

9 de Diciembre Qué extraña mi sensación de misantropía estos días. Sólo se realizaba en mi soledad… Iba dándole vueltas por la calle, en el coche, solo en casa… y luego bastaba con cruzarme con alguien por un pasillo para verme cederle el paso, sonreír al dar los buenos días, dejar colarse a alguien en la cola del supermercado, desvivirme con las dudas de un alumno… Tal vez el cretino sea yo.

8 de Diciembre He pasado unos cuantos días en los que me he sentido cansado de las palabras. Ha sido la primera vez que creo recordar. Nunca me había pasado. Sí, a veces, muchas veces he dejado libros, géneros enteros incluso, pero nunca había sentido este hartazgo de las palabras como sí lo he sentido, muy a menud,o de las imágenes. Sin embargo aquí estoy, otra vez en el diario.

7 de Diciembre Salimos de la única exposición que hemos visto en esta pequeña ciudad del exilio que se parece al arte contemporáneo al que estamos acostumbrados. Lejos de disgustarme verla aquí me agrada. Me doy cuenta de que aunque estoy en marcha atrás soy mucho más (post)moderno de lo que creo, que aunque recule todavía estoy a años luz por delante de casi todos, no en vano he sido lo que he sido.
Al salir reflexiono sobre lo crudo. Le digo a ella que esas obras están bien pero son decorativas. La única que trasciende es la que toca lo crudo, lo que aún no está cocinado para ser digerido. Creo que en eso está mi actividad artística, en esa dimensión de lo crudo.

6 de Diciembre Viene Gustavo de visita. Le digo que hace ya tanto de lo de Salamanca que parece que hubiera sido sólo un instante, una cosa cada vez más infantil… ¿Qué son cinco años en la vida de un hombre…? Una eternidad en el momento, una nada después. Cuando se tienen 37 años lo que uno hizo con 21 o 22 empieza a perder nitidez, sentido, a ser como de un otro que está sepultado en uno mismo… Sin embargo no lo acabas de superar, sólo parece que cayera en desgracia, en un saco olvidado… Con la edad uno empieza a conjugar los deseos de perduración con los de olvidar, con los de desentenderse de todo, darlo por vencido, tirado al estercolero del tiempo… Seguramente me dirán que todo está ahí construyéndote… Pero cómo será la ancianidad profunda, acaso un darte todo igual a ratos y, a ratos, recordar, con ilusión, con cansancio, sin fe, con vergüenza por la ingenuidad de la pasión por haber vivido así, como si todo fuera para siempre, con la mirada acortada, sin más perspectiva que la del fin.

5 de Diciembre Estoy leyendo un libro de Camus que es casi un diario, se titula Carnets. Son anotaciones, a veces un paisaje, las notas esquemáticas para escribir El extraño, o el Calígula...
Todo Camus me sobrecoge de tal manera que me imposibilita para leerlo de continuo. Debe madurar en mí cada trozo de su obra que voy cogiendo. Contaba 21 0 22 años cuando escribía semejantes cosas, el Calígula creo que fue concluido a sus 27 años.
Se queja a veces en Carnets, de los demás, de todo lo que esperaba de la amistad y con lo que se debe contentar. Es sobre todo la intensidad, creo que se trata de la intensidad intelectual con la que él quería afrontar la vida y que es difícil compartir, encontrar siquiera algún interlocutor... y pienso si no será toda la labor mental, al fin, un impulso ingenuo, un enamoramiento...

4 de Diciembre Hoy he hecho una cosa totalmente insólita. Mientras caminaba solo por la calle he entrado en una tienda y le he preguntado a una señora si tenía narices de payaso.

3 de Diciembre En medio de un barrio que ha crecido desde un solar hasta ser el centro comercial de la urbe, en una casa pequeñita, en un bajo con un ajado cartel de cartón, reside una compañía teatral compuesta por ella y él, una pareja, La Tremolina. Su atuendo, los lugares en los que los encontraba, pergeñaban en mí una fantasía de isla de bohemia muy doméstica.
Coincidí con ellos en el Ulipismo y en la Liebre libre. No sé casi nada de ellos, sólo que pasan los años y, al vivir al lado, a veces nos decimos adiós y a veces no, y que parece que siguen moviendo la bola de sus sueños, su teatrillo de calle o de salón, guiñapo o marioneta, quizá ya con algo más de rictus.

2 de Diciembre ¿Por qué me alegran tanto estas cosas? Es natural me digo luego. Verte en un libro, en la prensa... Es normal que haga ilusión, pero entonces por qué me parece que no debería hacérmela... Íntimamente debo percibir que es una dependencia de algo falso, de un espejismo, de algo que no tiene que ver con mi labor, con ese tejido en el que voy leyendo el mundo y que tejo sólo en soledad...
En una ocasión mi hermano me dijo que mi vida no podía depender de esas cosas. Es cierto. Es absurdo hipotecar tu vida a tu visibilidad. Pero ni una cosa ni la otra, ¿no?
Lo extraño es que con la poesía o con el arte se hagan fiestas pues, como ya han dicho los grandes, ese esplendor se hace con las ruinas.
Larsen me envía fotografías de banderolas que penden de las farolas de la ciudad en las que sale el libro de los poetas... ¡qué raro! Tanto como salía últimamente el viento en mis poemas y ahora mi nombre al viento... ¡Qué intemperie!

1 de Diciembre "Tengo en mis manos la antología de las nuevas voces, veo que tu semblanza en la introducción es la más copiosa(...), posas para el retrato igual que nuestro amigo A. T. (qué fue del libro de los escritores secretos) con la mano sujetando el rostro y la sonrisa del cínico.
Los poemas ya los había leído en el libro de las enumeraciones y los del ser para la nada (sic)(Sartre???) me los habías dejado en unos folios, no conocía el de la revista pararelo dedicado a tu hijo... Volveré a releerlos. Con esta publicación ya pasas a ser, de una vez por todas, un escritor secreto siempre mejor que discreto.
Espero tu dedicatoria...tu fiel lector.
Larsen. "

30 de Noviembre Nuevas Voces Poéticas

29 de Noviembre Se me hiela la sangre. Hacen una colecta para alargarle la vida y se va a morir. Tiene cuatro años y medio. Lo veo en el periódico y hay una foto de él sentado sobre su madre, pelo rubio y unos tirabuzones a ambos lados de la cabeza, la mirada franca y tranquila de la infancia. Le veo igual que mi hijo, esos mismo rizos y casi no puedo contener el llanto.

28 de Noviembre Volvemos al paseo bellísimo de Briñas. Es un día feo, gris, ventoso, frío y todavía hay hermosura en la ribera de ese río: las viñas, la montaña y el agua. Seguimos caminando hasta el final del pueblo y allí ya la orilla se vuelve salvaje. Los esqueletos de los árboles mantienen una graciosa hoja ocre en la punta de cada rama y, más allá, otros están anidados de muérdago. Todos se ríen de que quiera comprar una casa en el campo y desconozca casi todas las plantas, los nombres de las flores, los arbustos y los árboles. Y yo contesto que precisamente por eso la quiero. El caso es que la otra parte la encontramos más hermosa, la que está cuidada por los habitantes, la que está ajardinada y esa es la cuestión: no dejamos de ver la naturaleza como un jardín, como una decoración, como un fondo para figuras.

27 de Noviembre Tiene todo el aire reluctante de las exposiciones contemporáneas: Silencio herido por sonidos huérfanos, por residuos de grabaciones de vídeo, extravíos, polvo en suspensión, paneles de aglomerado repintados, falsas arquitecturas para la nadería del arte contemporáneo. Todo esto ya no sirve para nada.
Bajamos al fondo donde las mejores fotografías documentales del año se muestran. La fotografía sigue igual, en su límite, en su marco, es decir, básicamente los premios mundiales son para el contraste, que no es otra cosa que mostrar a la vez lo que siempre se da lejos en el tiempo o el espacio. Y realmente lo que apreciamos son los valores estéticos como una teatralización de la realidad, es decir lo ideal en lo documental. Unas mujeres bellísimas en un descapotable pasean por el Líbano destruido...
Sin embargo otra es la más impactante. Un retrato de pareja, de cuerpo entero, una boda de un infante de marina estadounidense con la que parece su novia de toda la vida. Un flash perfecto y un color saturado sobre un fondo de estudio. Todo muy clásico menos el hecho de que él tiene la cabeza totalmente destruida y vuelta a construir como un injerto toda ella.

26 de Noviembre Ya despierto me paré a escucharle detrás de la puerta. Repetía ensimismado a media voz: Papaaaá..., papaaaá... No sé si lo hacía conscientemente, si yo le había venido a la mente sin más..., ¿por qué me llamaba? Seguramente porque sí, todo en él es misterio. Nada en él precisa justificación.

25 de Noviembre Voy a entregar mis méritos a la administración y la funcionaria, de mi edad, ni corta ni perezosa, empieza a leer y a opinar sobre ellos: Lee los títulos de los artículos, opina sobre mis poses ante los fotógrafos de la prensa, incluso resalta que en una reseña a una exposición antigua se ve que era más joven... A medida que va hurgando me voy volviendo más tímido, me va dando más vergüenza que se vea el que he sido... No sé si es que no me identifico con lo que he hecho o que se trata de un rubor normal, de que todo eso lo he hecho con lo más íntimo y que mi propia ambición espiritual es en sí un desnudo.

24 de Noviembre A veces puedo llegar a pensar que soy muy inteligente, que he sido muy inteligente; pero de una inteligencia triste.

23 de Noviembre Entra en el césped y se detiene. Un cuadro de palomas grises dormitan al sol frío de este noviembre. Avanza un milímetro y ellas se separan otro milímetro. Él calibra la distancia a la que ellas le permiten observarlas. Se vuelve y me mira, como en esos pequeños obstáculos que encuentra en el suelo y que al darle yo la mano puede salvar con sus pasitos balbucientes. Es un cuadro paralizado pero a la vez tenso, todo unido y a la vez separado.

22 de Noviembre Yo tengo la teoría totalmente opuesta. De hecho al tal Santamaría no le he oído nombrar en mi vida, así que su éxito o es muy menor o muy local, en todo caso circunscrito a la extensión de su pasarela. Además te equivocas con unos de tu lista, los dadaístas iban perfectamente trajeados y muchos de los artistas o escritores mejores pasan por ser personas de aspecto y vestido normales.
Desde la bohemia los más acicalados eran los peores escritores o pintores, es directamente proporcional a la escasez de talento, cuanto menos tienes más debes mostrar a primer golpe de vista que eres o te crees una artista. El auténtico artista lo oculta porque le da vergüenza serlo, porque el arte se hace de lo íntimo. Un abrazo
Bruno
(De un comentario al blog de Javier Menéndez Llamazares)

21 de Noviembre Un mal libro pone en cuestión la literatura entera.
Paco Umbral

20 de Noviembre Ella fuerza a que Darío empiece a dibujar. Yo inconscientemente me resisto, siempre lo pospongo excusándome en su inconstancia. Hace que le compremos ceras de colores y ha empezado a trazar líneas y a disfrutar unos minutos con ellas. Varias veces le he dicho en broma que no quiero que sea artista, que a lo sumo fuera músico... pero el problema es otro, soy yo el que dibujando con él acabo dibujando solo y, tal vez, no quiera.

19 de Noviembre Me dicen mis alumnos mirando sus esculturas que dudan que eso sea arte. Yo les digo que bastante milagro es que de esa masa informe de barro o escayola salga eso, una forma, algo que nos recuerda a una persona, a unos sentimientos incluso en su expresión... Y no sé por qué me meto con los críticos de arte y les declaro que ellos eligen, valoran... pero que el peor de los artistas es una persona más realizada que ellos porque ha vivido ese milagro de dar forma a lo informe, de dar belleza a lo feo...
Al día siguiente me dicen que van a hacerse unas camisetas en las que ponga: "Los críticos de arte no saben dibujar".

18 de Noviembre De viaje voy escuchando las explicaciones que dan del libro del Papa Benedicto. A forma de resumen alguien concluye con que se pone en cuestión la supremacía de la razón sobre los sentimientos, como dando por clausurada la modernidad, todo el proyecto ilustrado.
Me impresiona la frase pues en una reseña que me hicieron sale una frase muy parecida dicha por mí en la prensa. Era algo así como que en lugar de la razón nuestra única arma son los sentimientos, si no recuerdo mal.
A un lado de la carretera veo un ramo de flores, muy vivas, recientes, con su envoltorio intacto. Alguien murió ahí no hace muchos días. Me extraña que exista esa costumbre de depositar flores en el sitio del accidente pero más tarde me doy cuenta de que realmente es un lugar muy simbólico también. Lo habitual es honrar el cadáver que es donde estuvo la persona toda su vida, pero esa cuneta es el sitio donde cuerpo y alma se despidieron, donde se marchó el ánima que anima el cuerpo.
Decían, no obstante, los existencialistas: "Soy mi cuerpo". Entonces, ¿qué es eso otro que se va?

17 de Noviembre En una esquina nos paramos y me dice el bueno de Lutero: "¿Querrías escribir un blog el próximo año para los futuristas utópicos?"

16 de Noviembre Al despedirme de mis padres pongo la cara del niño en la suya para que lo besen. Luego me paso toda la noche soñando con que mi padre coge al bebé y lo alza en sus brazos y lo besa insistentemente. Después, ya despierto, empiezo a cavilar sobre ello, a remover entre mi memoria a ver si encuentro algún recuerdo en el que él me besara así a mí de niño.

15 de Noviembre Juntando méritos para el concurso de traslados me doy cuenta de lo obsoleto de mi currículum. Hace tiempo que ya no me piden en ningún sitio más que un resumen de, a lo sumo, diez líneas... Y me pregunto entonces para qué hago nada más.
En mi enlutada agenda moleskine llevo anotando sucesivamente el empeño no resuelto de actualizar el currículum completo; y más que una gestión administrativa es ya algo así como una pulsión autobiográfica con los hitos de cosas que hice con toda la ilusión y que se quedan aplastadas entre las líneas de un currículum que ya nadie consultará.

14 de Noviembre Por cierto que, como si supieran que la citaba en el artículo del otro día, cada poco ponen aquí, en un canal, El Cielo Protector de Bertolucci y la veo a trozos. Me parece mejor incluso la película que la novela: sólo ya esos ambientes, esos paisajes, esos personajes secundarios y la forma de mover la cámara...; creo que tiene un montaje existencialista, si eso fuera posible: el sol de los ocasos dorando los montículos de un suelo pedregoso, el barro desecho, las panorámicas que van desde los asuntos de la pareja a un desierto en cuyo fondo corren jinetes sobre camellos insignificantes, una delicia, un genio...

13 de Noviembre "¿Por qué no te callas?" (El Rey). ¿Se hará un clásico como el de que se callen coño de Tejero?

12 de Noviembre Antes de que amaneciera apareció en la mancha de luz de los faros del coche, a unos seis metros de altura, un águila. Vi como plegaba las alas dos veces. Parecía ralentizada. Fue de una gran teatralidad. El pájaro debía tener una envergadura colosal, al menos un metro cada ala, tal vez no era un águila. Parecía de cartón, pardo, ocre, terrorífico y majestuoso. Como yo iba tan rápido debí pensar que me estrellaría contra él porque me salió más que una exclamación una maldición.

11 de Noviembre Últimos pasajes a la diferencia

10 de Noviembre Me doy cuenta de que todo forma parte de una misma cosa. La exposición más olvidada, el dibujo más perdido, el articulo menos leído, la hoja del diario menos transitada... poesía ensayo, novela o arte todo es parte del libro -del mundo- que se escribe en mi cabeza. En él hay una ciudad, siempre es la misma, un hombre, un miedo, una soledad, un deseo de belleza, un deseo de huida, un sentido de plenitud y un sentido siniestro de existir.

9 de Noviembre En un momento dado nos paramos. El niño se queda mirando hacia otro sitio. Lutero dice: "A veces si que se parece a ti. Tiene una mirada de profunda melancolía".

8 de Noviembre Una noticia ha sobrecogido a la ciudad. Un bólido loco ha asesinado a la escultura de Andancio. No creo que el tal bólido fuera el que ponderaran los tontilocos futuristas, claro que tampoco el gigante deforme de Andancio era la Victoria de Samotracia. Descanse en paz.

7 de Noviembre Es demasiado. Resulta que hay un poeta que, con toda seriedad, nos propone errores ortográficos que fusionan dos palabras. Por ejemplo: "Biolento", "Cavayo", "segúndos". ¡Madre mía! No cambia nada, qué bohemia...

6 de Noviembre Paso por el parque y veo y oigo a una mujer que le muestra a una anciana una fotografía. Le dice que tiene que conocer al retratado, que piense, que recuerde... que es un hijo suyo.

5 de Noviembre Le enseño a mi padre mis zapatos nuevos. Son unos zapatos de ante que describen arabescos, perforaciones en dibujos circulares. Le digo que me acuerdo de ir a misa en San Sebastián y que, como todos los asientos estaban ocupados, él juntaba los pies calzados con unos zapatos como esos y me mandaba sentarme en ellos. Yo debía ser muy pequeño, cinco o seis años, porque cabía en esos zapatos.

4 de Noviembre Uno lee a Antonio Machado y da por supuesto que todo en su literatura ha de ser genial, como si no le hubiera costado nada unir desde la nada esas palabras. Esto ocurre porque es para nosotros ya un personaje, una estatua. Pero me doy cuenta de que para que todas esas palabras se junten así, con forma y sentido, ha de darse un puro milagro.
Incluso nadie se apena ya de que se le muriera la mujer que era una niña, esa vida truncada, porque todo lo vemos ya como cosa de personajes de esa novela que es la historia de la literatura; es más, aun pensamos que todo debía ocurrir así, como ocurrió, para que esa obra fuera la que es, y no es así, eran personas y las cosas podían haber pasado de otro modo y ser más felices.

3 de Noviembre Planeo un viaje al otoño pero se me olvida el libro de Antonio para ir leyéndolo por el camino en voz alta. Nunca hemos hecho una cosa así, ir recitando en el coche. Además escojo la maragatería atraído por el cocido sin pensar que toda esa zona está pelada de arboleda y no podremos contemplar la naturaleza otoñal.
El día antes le hice una canción a Darío sobre Casa Flor que era donde íbamos a comer y estuvo todo el rato muriéndose de risa cuando se la cantaba, no sé por qué, le hacía gracia aunque no entendiese el contenido de la letra.
Subimos a Foncebadón, una cruz de hierro hasta donde llegan los peregrinos con gran devoción. Allí está la ermita totalmente grabada con sus inscripciones. Gentes de todo el mundo. Por el camino adelantamos a varios, uno va con un petate con rueditas cuesta arriba, otra va a caballo y lleva un carrito con un perro encima... Cojo al niño de la mano y penetramos en un bosquecillo no caduco entre cuyas copas pasan rayos perdidos de sol.

2 de Noviembre En el otro parque todo son castaños y las hojas se van desplomando por días. Le suelto al niño que ya anda desde hace diez días solo y pisa la alfombra crujiente tambaleándose. Las mismas hojas que pasaron meses bailando sobre el viento son ahora un suelo quebradizo.

1 de Noviembre No sé por qué voy a por el libro de Machado y me meto de una sentada Soledades. Tal vez sea por el otoño. No recuerdo ningún año en el que me fijara así en cómo los árboles van volviéndose dorados, cómo dentro de algunos bosques las copas se sincronizan para crear degradados perfectos entre el verde y el oro.

31 de Octubre En la barra de el Cafelito el dueño hace un repaso de personajes estrafalarios que pasaban por delante del establecimiento y que han muerto. Lo cuenta con un desparpajo que no estremece sino que mueve a risa: Ese cayó este verano como un pajarín, el otro, el gitano, empezó a inflarse como un globo y al poco para el otro barrio. Y a este otro lo vi yo ahí la semana antes de cascar y que lo aparcasen en un vertedero por ahí.

30 de Octubre Osel, el niño español al que el mismo Dalai Lama reconoció como la reencarnación de otro lama, ha dejado la vida monástica. Sus padres parecen haber sido unos hippies a quienes todo esto les vino grande.
Los lamas le han quitado la financiación y ya no pagan sus aventuras educativas por occidente. Es normal que aquello que mitificamos como exótico desde aquí vivido allí sea tétrico; pero tengo la intuición de que, en algún momento, tendrá una crisis y este mundo occidental tan ajustado al hombre se le quedará corto, como a todos, entonces él contará con la oportunidad de saberse la reencarnación de un lama y tal vez, por su propio pie, vuelva a l monasterio.

29 de Octubre He de reconocer que el cementerio ayer estaba muy hermoso, que casi no podía sentir toda la angustia que la muerte proporciona. Solamente me quejaba una y otra vez a ella por traer a un niño tan pequeño a semejante sitio. Ya sé que él no se daba cuenta de nada, que era a mí al que asaltaba el temor más grande, el que siempre me hizo dudar de traerle al mundo, el de que él también algún día sea un cadáver.
Pero el cielo despejado y su propia alegría fueron trayéndome la idea que en su día me convenció, la de que por vivir esta vida merece la pena...

28 de Octubre ¿Por qué están los árboles así? Así de incendiados de otoño, inundadas de amarillo las hojas que al poco han de caer...

27 de Octubre Me quejo del cambio horario pero cuando descubro por la carretera el amanecer me alegro. Surgen al horizonte unas grietas anaranjadas y, más tarde, un cielo alto, acolchado de nubes inmensas. Por momentos hasta deja de importarme esta tortura. El viaje es la purificación.

26 de Octubre No sé por qué lo hace. No tenía por qué escribir nada sobre él ni para bien ni para mal. Supongo que se trata de puro cinismo, del cinismo como un entretenimiento existencial.
Llego por casualidad. Escribe un texto en su blog animando a nuestro amigo enfermo -no sé siquiera si él le conoce personalmente- y en un primer momento me parece bien, al margen de su afectación, de su superioridad moral de vencedor de pasadas enfermedades, a pesar de un tono condescendiente y aleccionador la cosa tiene un pase, casi pienso en llevárselo a mi amigo; pero, por azar, descubro que ese texto es el refrito de otro con el que quiso animar a otro enfermo en el 2003. En algunas frases sólo se toma la molesta de sustituir al otro por este. En un caso así, de salud, una picaresca así es peor que algo inmoral, no tiene nombre.

25 de Octubre Hace tiempo salía como un cadáver de sí mismo. La cara retraída hasta la calavera, ausencia de varios dientes, pelo cano, escuálido, en una banqueta en medio del escenario, tras una guitarra... Y ahora se presenta por los platós como un personaje con la cabeza caída frente a la cámara, mostrando el cogote, una melena ahora revitalizada, de color castaño, larga. Está algo más gordo, con mejor aspecto, y locuaz habla de su tonada de la chica de ayer, como algo que le supera, como algo conmovedor que hizo además de su conmovedora ruina. Y es oírla y aparecer un tiempo en el que las canciones conmovían esa existencia desgarrada y pasional de la adolescencia, y la traen aquí.

24 de Octubre Me gustaría dejar de escribir. Estoy cansado, pero me hace bien. Veo que me cura.

23 de Octubre El vacío. Ese vacío del que habló mi padre en la muerte de su madre. En medio del funeral se le atragantó un llanto de apenas unos segundos, un llanto que arrastró el de mis hermanas en aquella bóveda silenciosa frente a la caja. Era un poco extraño, un hombre que ya pisaba el umbral de la ancianidad llorando por una mujer que ya estaba tan fuera del mundo.
Después dijo que aunque ya no necesitaba a su madre para nada había sentido un vacío tan grande.
Siempre me chocó ese término de necesidad, me parecía un rasgo de egoísmo pero veo que es en él precisamente en el que cobra valor el amor existencial.

22 de Octubre Han sido tres días horribles. Con la noticia me sentí de pronto muy cansado y la lentitud se apoderó de mis movimientos. Luego, al verla tan bien, se despejaban los nubarrones y me olvidaba del miedo y más tarde tenía mala conciencia de olvidarme y a la vez quería olvidarme de la incertidumbre... Uno no sabe si prepararse para lo peor o no anticiparse y al final acaba haciendo las dos cosas y confundiéndose.
Al fin un buen presagio me hacía estar tranquilo pero luego un día muy cansado, con el viaje y mil y una complicaciones, me hicieron empezar a verlo todo negro y viví unas horas extrañísimas en las que sentí todo el mundo, el planeta, el universo con un vacío enorme, indescriptible, como si no pudiera ni siquiera posar la mirada en él, y empezaba a intentar establecer en mi mente recuerdos nítidos de ella y no podía. Jamás he visto el mundo así como en esas horas cuando ella estaba en un espacio inexplicable, como si mi mente trabajase con una zona desconocida por mí, ingobernable que iba arrasando todas mis certidumbres.
Y sin embargo en el momento en el que una llamada telefónica dijo que todo estaba bien esa herida se cerró a una velocidad imperceptible y todo ese abismo me parece no haberlo contemplado nunca.

21 de Octubre La salud de mi madre pendiente de un diagnóstico.

20 de Octubre Otra vez el miedo

19 de Octubre Una correspondencia extraña, de alguien que conocí hace más de doce años. Me inquieta y me seduce. Me sitúa a mí como un personaje fantasmal que transita por sus pensamientos durante un tiempo en el que ya no nos veíamos. Y de alguna forma duplica ficticiamente mi vida en algo que me perdía fantasmalmente.

18 de Octubre Me invitan a una antología de poetas jóvenes de la región. No sé qué me alegra más si lo de poeta, lo de joven o que pagan.

17 de Octubre Con un masoquismo indescriptible corrijo las segundas pruebas del diario del año pasado. Pulo, afilo..., pero ya no entiendo nada, le he cogido al libro una manía enorme, todas esas historias ya tan lejanas, de hace año y medio..., y ese humor, esas caricaturas que tanto me placían a mí y a los lectores ya me cargan.
No se puede leer un diario tantas veces y menos uno propio.

16 de Octubre Apenas recaigo en la feria del libro viejo encuentro un libro raro, algo de Adriano del Valle, la sombra de futurista estrafalario de principios del siglo XX, pero no puedo hojearlo casi pues, por detrás, me llama un amigo. Quiere hacer un falso documental y que le ayude en la dirección artística, tratará de una sombra del siglo XX y la casualidad es que lo llama Nicanor del Valle, ¿sombras hermanas?

15 de Octubre ¿No será la dignidad del hombre sólo una invención nuestra?

14 de Octubre Pasa otra vez por casa Nacho en sus viajes de punta a punta. En la cena hoy nos cuenta algo horrible. Como todos tenemos prisa pasamos por ese horror casi de puntillas. Un amigo suyo rescata inmigrantes en el mar. En una ocasión tenía a uno agarrado en medio del oleaje y sólo podía salvar a ese mientras a su alrededor oía el burbujeo de los demás que se sacudían sin esperanza. Explica que su amigo no hacía otra cosa que desear que se muriesen de una vez.

13 de Octubre Hace días se me ocurrió decirles que algunas de las esculturas pequeñas de arcilla podían intentar cocerlas en el horno de sus casas aunque estos no alcancen los grados necesarios.
Y ahora me doy cuenta de que no era una idea mía, que había sido tan sólo un recuerdo, un recuerdo de cómo mi padre modelaba figuritas y las posaba en el extremo más externo del horno, alineadas, unas tras otras, de lado, sobre el fondo negro e intentaba aquietar nuestra impaciencia mientras estas se cocían. Las que recuerdo son ovejas. Seguramente para un belén navideño. Tendría seis o siete años y todavía veo en mi mente cómo las modelaba y cómo después con la punta de un lapicero marcaba las ondulaciones de la lana.
Me doy cuenta de que para mí fue algo bellísimo ver producir formas a las manos de mi padre.

12 de Octubre Volviendo, casi ya en el portal, nos adelanta un muchacho chino con bastante prisa. Camina formalmente y en línea recta, cruza por el paso de peatones. Todo perfecto a excepción del hecho de que iba en pijama.

11 de Octubre Dice mi hermano con motivo de San Bruno que es más que una casualidad que mi madre, devota de ese santo en Burgos, fuera luego a casarse con el único Bruno de la postguerra española.

10 de Octubre Ayudo a un compañero a mover unos legajos de un sitio a otro de la biblioteca. Le pregunto qué contienen y me responde que la prensa desde los años ochenta.
-Es un archivo impresionante, no habrá otro así en esta ciudad...
-Se lo ofrecimos al consistorio y lo rechazó.
-¿Lo consulta algún alumno?
-El último lo hizo hace 17 años. Y bueno, de vez en cuando, yo mando a alguno que busque el periódico del día de su nacimiento y recoja alguna noticia.
-Eso les gustará.
-Sí, sí... seleccionan algo de deporte normalmente...
Y luego caigo en que ese muro nuevo tapa lo que vi en el primer claustro de esta mazmorra, aquellas pilas y pilas de legajos que se extendía más allá de los muros.

9 de Octubre Me dice ella que por qué no le hago un retrato al niño. Pintado. Le contesto que no sería capaz de hacerlo, que no sé pintar. Puede ser la primera vez que admito algo así, tan claramente; y tal vez no sea del todo cierto, quizá si me ponía... pero tengo un sentimiento tan grande de frustración respecto a mi capacidad para producir belleza que puede ser que ni siquiera sea real, que ni siquiera me haga justicia.

8 de Octubre Después de varios días en los que se quedaba hipnotizado contemplando un tiovivo minúsculo instalado en medio de la plaza le monto en un caballo. Elijo uno blanco con la brida roja. Hay que sujetarlo porque es muy pequeño y yo, de pie, al lado suyo, giro con los demás objetos luminosos, el helicóptero, el coche de bomberos o el pequeño descapotable. Desde dentro del movimiento es el mundo el que gira y no se ve apenas la atracción, se ve a los que miran.

7 de Octubre Entre unas casetas espantosas hay una que expone el coleccionismo local de postales.
Empiezo a rebuscar y enseguida sale algo que me cautiva. Se trata de un paisaje marino. En blanco y negro, sobre un papel que amarillea, aparecen un cielo de borrasca y unos arrecifes grises azotados por el blancor de las olas. Lo extraño es que entre tal marejada unas minúsculas gaviotas vuelan y se posan en las rocas. Firma el cuadro un tal Amier Kreme.
Al reverso la impresión de la postal está al revés. María escribe desde Badalona a Angeline Gurmané de la calle Mlle Dechenaud, Boulevard Sebastopol 127, de París, France.
Con una letra perfecta de pluma le cuenta, en catalán, poca cosa, que ya la escribirá más adelante más extensamente, cuando llegue a Gerona.
Pregunto el precio y la compro y el vendedor me interroga, me pregunta si es por el paisaje y digo que sí, y que, sobre todo, me gusta porque es de 1906, y esa época me place. Seguramente desconfía de que tenga algún valor que a él le pasó desapercibido y, por lo tanto, me la esté regalando. Veo que no se queda conforme, seguro que en el negocio hay quien desprecia los tesoros para llevárselos por dos pesetas. El caso es que no voy a explicarle que no soy ningún entendido sino una persona rarita, morbosa, tal vez.
¿Sólo me doy yo cuenta de que esa postal dentro de cuatro días cumple 101 años?

6 de Octubre Salimos por la mañana. Es un día estupendo. Se da la casualidad de que esta pequeña ciudad ha organizado un maratón cuya meta está a dos minutos de nuestra casa y se da la casualidad, también, de que, entre aplausos, vemos entrar a la última corredora que, al aparecer al fondo de la calle, deja de caminar y, en un último esfuerzo, cruza la enmoquetada línea de meta corriendo. Es sorprendente el recibimiento, no sé si alegórico, además de los aplausos los periodistas se abalanzan sobre ella. Es el triunfo de los perdedores.

5 de Octubre Una idea nueva empieza a angustiarme: "¿Cómo sería tener otro hijo?"
Todo lo que he pensado y vivido respecto a este está atravesado por la excepcionalidad, por su ser único bajo el firmamento...
Ya sé que otro sería también único pero al ser todo el proceso una repetición parece que algo se volvería peor e injusto tanto con el primero como con el segundo...
Concluyo con que no estoy preparado para ser padre de dos personas por ahora. Seguro que es fácil -pienso luego- pero también me digo que en ese escollo entre primogenituras y demás se ha ido la felicidad de muchos.

4 de Octubre Es posible. Decimos que en la vida hay golpes trágicos de los que no te acabas de reponer nunca, pero creo que también hay golpes de felicidad de los que ya no puedes olvidarte jamás, por ejemplo este bebé.

3 de Octubre Hoy he sido yo el que estaba enfermo. ¡Qué extraño que mi cuerpo de hombre sea vulnerable a los virus de un bebé!
Como en otras ocasiones hasta que mi cuerpo no ha arrojado absolutamente todo su contenido fuera no se ha apaciguado. Es como si la cloaca química que somos debiera ser limpiada con extrema brusquedad de vez en cuando.
Lo decía la protagonista de El cielo protector, cuando vio a su amante como un enfermo sin cura dejó de verlo como a un hombre y lo percibió como una cloaca química, entonces pudo abandonarle moribundo.

2 de Octubre El bebé está enfermo. Rompe a llorar en medio de la noche y de alguna forma me alegro de poder cogerle sin tener que esperar a la mañana siguiente. Vomita y al momento está sonriente, dulce y cariñoso, se toma la molestia de hacerme carantoñas. Su estómago revuelto se aquieta encima de mí.

1 de Octubre Me remiten dos escuetas notas de prensa en las que se cuenta que Luis Melón es el primer artista local en abrir una galería o un museo o algo así en Second Life; y se dice algo de que en la muestra virtual el Simón del desierto de Buñuel y no sé quién más harán algo sobre el rey.
Pero, ¿cómo encuentro yo eso en Second Life si lo único que conseguí penetrando en ese mundo doble fue ahogarme en el mar y perderme en el cielo, experiencia totales y metafísicas...?
La verdadera obra de Melón es el relato literario de su currículum.

31 de Septiembre ¿Qué será de el de r.? ¿Será tan fiel en el olvido como lo fue en la lectura? ¿Qué será de los lectores? ¿Seguirá alguien al otro lado? ¿Cuánto tiempo llevare solo?

30 de Septiembre Estos cielos nublados. En el norte se quejan de que no ven el sol pero estos encapotados son muy acojedores, con las nubes tan negras y tan bajas parece que sales a la calle y esta está techada, como la casa, como si no estuvieses a la intemperie cósmica.

29 de Septiembre Acepto la invitación para formar parte de la mesa de una conferencia sobre la necesidad de asociarse de los artistas plásticos de la región, pero, luego, me doy cuenta de que no podré estar en la ciudad y me veo obligado a decir que no.
De alguna forma empiezo a cogerle gusto a lo noes y las cancelaciones, me producen un íntimo alivio casi imperceptible. Algunos lo tomaran por debilidad, vagancia o timidez o ineptitud, pero ahora me doy cuenta de que siempre he sentido un poco mi propio deseo de figurar acá o allá como un defecto, como algo que no debería necesitar.
El caso es que si hubiese llegado a hablar de eso habría empezado con un imaginario título: "El Artista, de la bohemia a la precariedad laboral..." Y otra vez me iría al deber ser sin ir a lo que realmente sueño, es decir que prefiero en mi imaginario la bohemia a la profesionalidad artística... Seguro que no me atrevería a decirlo pero...

27 de Septiembre Después de necesitar tanto el año pasado fotografías de las tumbas antropomórficas para un artículo, me entero ahora que este destierro está rodeado de ellas.
Ayer fuimos a una necrópolis de estas, de los siglos X y XI. Está en medio de unas viñas espléndidas y perfectas, cuajadas de racimos negros. Nos encaramamos en un promontorio de roca lisa y había al menos cuarenta túmulos de todos los tamaños, excavados en todas direcciones. Algunos eran de niños, aun así parecían extremadamente pequeños, apenas dos palmos. Otros estaban cubiertas hasta el nivel del suelo por tierra y brotaba en las siluetas un tosco césped.
Sin embargo no encontré lo que buscaba, aquellas tumbas como las de Galicia en las que la lluvia había creado charcos que espejeaban el cielo, las nubes de tránsito por lo que es un alma muerta, esas con las que sentí lo que tan bien mostraba aquel poema del que hablé en el artículo.
Aquí nada resultaba trágico, en medio de estas tierras brotadas de vida, de una vida cíclica y de un vino eterno justo antes de la vendimia.

26 de Septiembre Esta es la época de las cancelaciones. Me dicen que, por un problema de salud, se suspende mi cita con el arte internacional.

25 de Septiembre Lo veo en una revista de reojo. Es un cuadro de un pintor que ignoro. Lo reconozco porque lo vi en el Louvre y cuando estaba sacándole una fotografía me sorprendió Nacho mofándose y tildándome de grandísimo afeminado por fijarme en ese cuerpo masculino.
El cuadro es impresionante. Así como te defraudan, incluso Delacroix y otros, este desconocido para mí te seduce con la pintura de una figura marmórea, alabastrina, azulada, un narciso o no sé qué personaje mitológico que está tumbado al borde de un río que coincide con el marco del cuadro y no se ve.
Detrás una tupida vegetación verde crea un muro a su espalda sólo roto por un golpe de luz inigualable.
Este hombre desnudo se vuelve hacia arriba en un manierista contraposto y extiende la mirada y la mano hacia ese punto ígneo, blanco, azul..., que perfora la enramada que le cubre, un hueco por el que pasa una luz bellísima que le baña y le penetra.

24 de Septiembre ¡Qué impresionante ver a los monjes budistas encabezar las revueltas contra la dictadura de Birmania! Con la cabeza afeitada, los pies descalzos y ese escueto paño naranja por vestimenta. Contrasta verles pasar a la acción y también verles por esas calles modernas como si algo del pasado pudiera cambiar algo del futuro.

23 de Septiembre Ella y ello se van a dormir. Yo me conecto al satélite. Cuando voy a la cama le digo a ella que en ese pequeño rato me fui a casa y había ido a ver a los peces del parque.
Lo que no le dije es que después fui a Benarés. Debía ser de noche porque no había nadie en las escalinatas del Ganges.

22 de Septiembre Lo cierto es que sí me llevó alguna vez de pesca mi padre. Lo que no sé es si fue antes o después de lo que narré ayer.
Fue una de las tardes más mágicamente extrañas que recuerdo de la infancia. Era ya tarde cuando fuimos a una orilla majestuosa del río que pasa por su pueblo. Había visto innumerables veces la caña en casa, con su carrete de manivela negra y su fuste amarillo. Él se adentró entre el follaje hasta un punto que parecía un trampolín de tierra. Como no cabíamos los dos allí yo debía esperarle detrás en un pequeño claro. Desde allí sólo podía ver su espalda y oír sonar el latigazo del sedal en el aire, un poco más fuerte al principio y leve al final, cuando el cebo caía sólo por su propio peso al agua.
Toda la superficie del río estaba llena de mosquitos que revoloteaban tocando de vez en vez un poco el agua. Sobre el silencio cada poco se oía saltar un pez. Se les podía ver perfectamente, plateados y gordos, intentando engullir cuantos insectos pudieran en la pirueta.
No tardó en sonar el carrete. Uno había picado. Yo sujeté la nasa de metal manteniendo abierta la portezuela verde hasta que cayó la pieza. Recuerdo mirar un largo rato al pez sacudirse, mover todo su cuerpo con una fuerza asombrosa que fue mermando poco a poco. Después, movido por no sé qué crueldad infantil, desplegué una navajita que tenía y le clavé la hoja innumerables veces contemplando como un rojo precioso brotaba de los geométricos tajos sobre la piel de espejo.
Al volver a la casa de mi abuela todo el pueblo estaba cubierto de una luz extraña. Seguramente era agosto, uno de los días más largos del año, porque se veían las luces eléctricas de los hogares ya encendidas, y sus interiores, mientras el cielo estaba aún anaranjado.
Curiosamente había en nuestra puerta un coche exótico, un coche francés. Un ahijado de mi padre que había venido a enmendar un error de su partida de nacimiento por el cual había tenido por nombre el mismo que mi abuela durante toda su vida, Alicia.

21 de Septiembre De viaje hacia el destierro les conté a ella y ello algo de cuando yo tenía ocho o nueve años: Los más pequeños habíamos ido con mi madre de vacaciones a la ciudad del mar y habíamos sido muy felices. De aquí para allá todo el día, por ese barrio de cuento suizo, de una casa a otra, durmiendo acá, comiendo allá... Todo el día entre la familia, como en las películas italianas, con esporádicos deslumbramientos en la playa de la Concha.
Mi padre se había quedado con alguna de mis hermanas mayores y a la vuelta, nos contó, entre otras cosas, que habían ido un día a pescar. Recuerdo que aquel detalle me disgustó. Nunca había hecho eso cuando yo estaba. Me pareció que, a modo de venganza por habernos marchado, él hubiera decidido divertirse a su manera.
Después me pasé toda la noche soñando con él. Íbamos los dos en su viejísimo coche hasta el borde de un río inmenso lleno de zonas encharcadas. Un paisaje extraño, verde y plateado, pantanoso y siniestro. Luego salimos a las calles de un pueblo y deambulamos los dos, vestidos con impermeables. Recuerdo que en un momento dado, en el sueño, me agarraba de su brazo, como una novia más que como un hijo, y tenía una sensación de felicidad enorme.
Puede ser que ahora, cuando él es ya un anciano y yo un adulto, al margen de cómo es él y de cómo soy yo, me dé cuenta de que tuve –tengo- necesidad del padre, de que simplemente le amo con un amor arquetípico.

20 de Septiembre ... los diarios esa burocracia del sentimiento a la que se someten algunos escritores, llenándose de pupitres interiores.
Francisco Umbral

19 de Septiembre Hojeando libros para preparar las clases me topo con la obra de los grandes maestros. Todo son dibujos desconocidos, apuntes o bosquejos preparatorios para posteriores cuadros. ¡Qué incontestable!¡Cuánta frustración propia al verlos! Esta época... nuestro minúsculo talento...

18 de Septiembre El último cuadro de Frida Kahlo es un bodegón de sandías abiertas. En él aparece la leyenda: Viva la vida.
Extraña porque estaba invadida del dolor desde hacía años, porque su cuerpo estaba taladrado, roto, torturado..., porque nadie supone un vitalismo en quien se muere. Extraña la redundancia semántica, la vida está viva, pero puestos a vitorear qué sino la vida misma.

17 de Septiembre Qué idéntico es todo. Volver al destierro con la comodidad de conocerlo. Repetir tiene sus cosas buenas pero, por momentos, es deprimente enfrentarse a lo mismo, a esa comodidad donde sabes que no habrá gran cosa.
Cruzo la llanura otra vez y echo en falta la intensidad con la que viví el año pasado la separación del bebé con apenas un mes.
Mi mente rehuye analizar nada ahora, parece que me vetase a mí mismo ordenar esta rutina absurda que va siendo mi vida. También me veto visualizar la cara del bebé por miedo a sufrir de nuevo, pero me siento mal porque me parece que quisiera olvidarme de él.
Todo lo que le he amado en su primer año justifica toda mi existencia.

16 de Septiembre Otra vez hacer maletas. Lo que más me inquieta desde el año pasado es mi deseo de duplicarlo todo en lugar de transportarlo.

15 de Septiembre Parece que fuera ser verano siempre.

14 de Septiembre Como me conoce siempre se las ingenia para abrir mis fotos y verlas y yo me ruborizo siempre. Aunque pasen por ese mostrador estereotipado fotos de todo el mundo esas están siempre dentro de lo previsible: Turismo, bodas, cumpleaños, bautizos, despedidas de solteros, cariacontecidos rostros de carné...
Y de pronto mis cosas, a tamaños exorbitantes, con temas reluctantes o extravagantes; sólo compiten con los idolatrantes retratos infantiles o los megalómanos recién casados.
Me despide el fotógrafo bohemio recitándome la agenda del día de las inauguraciones. Le contesto que ya no tengo tiempo para tanta alharaca. Él pensará que soy tonto porque semejantes fotos artísticas sólo se justificarían si estoy dentro de la alharaca.

13 de Septiembre La cita de ayer tiene una gran importancia pero no es tan fácil la solución como parece. Expresa un deseo de vuelta al orden, un cansancio real de la frivolidad artística actual.
La respuesta a la pregunta que formula es que la vanguardia se dio en el arte por la crisis que supuso la aparición de la fotografía. Las demás artes, la literatura, el cine... se vieron seducidos por el despliegue de creatividad que quiso dar otra función a la ya perdida de mímesis. Estas otras disciplinas pueden volver a algún sitio pero las artes plásticas no, pues de volver a una función fuertemente definida sería a la de la función productiva de imágenes miméticas ya absorbida por la fotografía y el cine.
La muerte del arte es algo ineludible.

12 de Septiembre "Finnegas wake es una obra extraordinariamente creativa, pero Joyce acabó escribiendo un libro ininteligible y si la literatura hubiera seguido ese camino no tendríamos hoy la obra de Borges, Faulkner, Hemingway... Lo que siguió a Duchamp lo destruyó todo.
¿Por qué sucede en las artes plásticas y no en la música o la literatura que absorbieron la experiencia fecundísima de la vanguardia y regresaron a su cauce?
Ferreira Gullar

11 de Septiembre Otra llamada enigmática del Sputnik. No sé por qué se acuerda ahora de mí. Puede ser que íntimamente creyera siempre en mi talento. Tiene el acierto de ofrecerme cosas que sabe que serán tentadoras para mí: Una cita internacional flanqueado por dos artistas extranjeros; uno lo es tanto que cuando pronuncia su nombre por teléfono parece que se ayuda de una escrito para hacerlo correctamente.
Todos me dicen que es una galería cadáver y yo pienso: “¿Acaso no soy yo un artista cadáver?”

10 de Septiembre Desde que nació sólo le hemos puesto jazz. Últimamente he pensado en que oiga algo de música clásica y le he enseñado a dirigir con los dos dedos índices. Lo increíble es que a los dos días ya distingue todas las demás músicas de la clásica y se pone a dirigir y a reírse mientras me mira.

9 de Septiembre Se despiertan antes que yo. Ella le pone en la cama y se acerca a gatas, serio, concienzudo, como si supiera perfectamente a dónde se dirige; y cuando alcanza mi rostro ladea la cabeza y pega su cara a la mía. Es su forma de besarme. Es un instante, como un fogonazo, décimas de segundo en las que noto, casi como si no hubiera pasado, su piel templada. Me parece tan poco que protesto y le persigo cuando a él ya le ha seducido un mundo fascinante de puertas, armarios y enseres.

8 de Septiembre El arte debe curar. El arte que no es medicina es veneno. Jodorowsky

7 de Septiembre Muere Pavarotti y me quedo embobado frente al televisor escuchando el portento. Ese cuerpo embotado y estático sobre el que el frac nunca acababa de encajar, esa cabeza ancha de cabellos tristemente ennegrecidos y esas cejas pintadas de los últimos años... Su mirada opaca siempre clavada en un punto fijo y abstruso. Todo el aspecto del panadero que debió ser su padre, panadero y fan de la ópera.
Y sin embargo ese portento de belleza le brotaba en la voz sin más para encantar al mundo como si no le costase nada, sólo ese cierto estatismo no grácil. Al contrario de esos otros tenores que sufren, que parece que fueran a dar a luz entre dolores su voz para acabar pariendo un grito, él cantaba, dejaba fluir la luz en el sonido, como Orfeo. No sé si amansaría las fieras, pero parecía que todo el caos horrible del planeta cobrase orden en él. De su cuerpo torrencial de pan manaba la belleza entera. Ante su muerte uno tiene la sensación real de que el mundo verdaderamente pierde mucho.

6 de Septiembre A ver si yo también empiezo a hacer predicciones. Hace unos días , no sé por qué, pensé en que quizás algún día, alguien, un desconocido, me enviase a mí un libro suyo o un manuscrito, como he hecho yo en algunas ocasiones. Y el caso es que hoy aparece en el buzón un precioso libro de poesía de una perfecta desconocida de la otra punta de la península. No sé qué hacer con él. La poetisa, muy escuetamente, me trata de usted y me pide su opinión. Pero no me puedo concentrar en la poesía sino en la pesquisa policial: ¿Quién será? ¿Cómo me ha conocido? Ella, mi mujer, deambula por la casa acusándome jocosamente de tener una amante escondida. Todo con diminutivos despectivos. Lo dice con tal desparpajo que pienso en que tal vez no le importase demasiado, es decir, que me dejase tener una amante, como quién tiene un capricho pasajero, un reloj un poco más caro de la cuenta o un coche nuevo. Me hago esa ilusión pero sé que sólo sería eso, una fantasía.
Concluyo el asunto con lo siguiente: “Mira le voy a contestar esto a esa señora: La poesía bien, excelente, pero comprenda usted que yo soy un hombre casado”.

5 de Septiembre Si no fuera porque hay una niña muerta este caso sería apasionante del todo. La pareja podría haber engañado a todo el planeta incluido el papa de Roma y su infalibilidad. La sensación es además un dilema moral. Culpar a los padres del colosal engaño, incluso de la muerte de la pequeña sin tener la seguridad que un día aparezca por ahí viva... O ver crecer la bola postmoderna de millones y aviones privados...
La cuestión es que aunque hayan engañado a todos la desgracia les tocó a ellos aquella noche cuando podía perfectamente haber pasado de su puerta.

4 de Septiembre Todo el mundo parece otro después de las vacaciones. Están humanizados, cansados de andar desnortados en un ocio excesivo para seres donde el saber ha sido íntimamente burocratizado. Es fácil contagiarse de una cierta euforia pasajera.

3 de Septiembre Sólo se presenta una alumna al examen. Sabe menos que en Junio. Salgo pensando que sea como sea no volveré a hacer exámenes, que no puedo añadir más absurdo a este absurdo, que tengo que encontrar otra forma de evaluarles...
Algo falla en la enseñanza, algo sustancial. Si uno lo piensa bien... casi toda la vida metido en centros educativos y siempre aborreciéndolos, pensando en irse, en escapar.
Últimamente pienso que es nuestra imbecilidad ingenua la que nos hizo creer que podría ser bonito enseñar, aprender..., y no la tortura de horas y horas de nuestras vidas finitas tiradas por la borda. Sólo recuerdo positivamente a aquellos profesores que me enseñaron a pintar o a escribir, es decir, a fugarme, a salir de allí, de aquí.

2 de Septiembre Como todavía hace calor no tengo aún la sensación de que el destierro está aquí ya, otra vez. Mañana tendré que ir a examinar y de pronto me doy cuenta, una vez más, de cómo lo que nos parecía que iba a ser un presente para siempre es ya también algo muerto.

1 de Septiembre Van surgiendo personas desde un fondo que yo sentía vacío, un espacio fantasmal donde los recuerdos van siendo traspasados por la blancura del fondo. Se equipara en mi mente lo que ha pasado con lo que no. Sin embargo vuelve, como una ola, a veces, cada vez de más tarde en tarde, durante menos tiempo, alguien. Y, atolondradamente, me viene la pregunta: "¿Quién he sido?"

31 de Agosto Otra vez el velo negro. La desgracia es como una golpe de dados que va dando aquí y allá. En el último texto que me dedicó, no hará ni ocho meses, comentaba, a raíz de mi obra Las preguntas, aquello que nos depara el final: la degradación física, la soledad... Y ya están aquí: Espero que se vayan de ti.

30 de Agosto Los días en la playa me han hecho reconciliarme con la ciudad. Cómo me gusta. Encuentro a la gente educada frente a aquellos rudos gallegos. Vitalidad allí donde vayas.

29 de Agosto Empieza a morir el verano. Es una de mis épocas preferidas del año. No sé si en todas las ciudades pero al menos en la mía se recupera el amor por la ciudad, a medida que la gente vuelve de sus vacaciones las calles cobran una vitalidad ahogada en el estío. Son los comienzos del otoño.
Antes decían que era deprimente. Creo que se refieren ya al momento del frío implacable, de la reclusión. Pero este lapso, imperceptible casi, de días calurosos aún con la ciudad repleta de gentes que se tiran a las calles, en los que te vuelves a encontrar con amigos, en los que surgen proyectos renovados, entretenimientos para pasar la vida; me revitaliza hasta el punto de concebir el verano como un desierto realmente.

28 de Agosto Vamos al mercado cubierto de el Conde. Tienen estos mercados algo de alegre y luctuoso. La convivencia y la actividad parecen estimulantes pero luego veo tanta casquería, casi la única que existe, puestos dedicados exclusivamente a eso y me pongo siempre existencialista. Están todos los recortes de la carnicería: Orejas, lenguas, narices y, sobre todo, sesos, cerebros de una pieza, grandes y pequeños, de corderos y terneras, intactos, posados como una escultura brutalista, como una probable escultura mía de hace siete u ocho años.

27 de Agosto Se me había olvidado retratar a una anciana del mercado de ayer: De negro, delgada hasta lo lineal, echaba el cuerpo minúsculo hacia la izquierda y extendía el brazo derecho paralelamente al suelo para apuntalarlo con un largo bastón fúnebre. El pelo aplastado por arriba, blanco como la leche, dejaba caer un fleco en derredor de la cabecita que apuntaba hacia donde se dirigía con una afilada naricilla intrépida. Sobre ella unas gafillas de pasta transparente. Podría decirse que era una bruja de Hansel y Gretel si no fuera porque resultaba, dando esos pasitos cortos, entrañable.

26 de Agosto Por hacer algo diferente nos unimos a una comitiva que pretende explicar el pasado judío de la urbe. Los guías hablan tan bajo que nos es imposible entender nada. En la ciudad del gran Moisés de León, el gran cabalista, hablar de los judíos aún se hace entre susurros. Vamos con todos a bajar la calle Mulhacín y en la de Las Cercas el fragor del mercado nos arranca.
Sobre este mercado al aire libre de los miércoles y los sábados recuerdo que hice yo mi reportaje fotográfico en la carrera. Si lo visualizo en blanco y negro, como las fotografías, veo que tampoco ha cambiado tanto aunque hayan levantado todo el suelo, hecho un parking y coronado la plaza con un hotel de lujo. Me fijo en el contraste, frente a la arcada principal del hotel un hombre muy primario raja melones sin parar. Supongo que esto es lo que querían evitar los políticos de hace cinco o seis años: La vulgaridad frente a su obra de maquillaje.
Ya estoy en contra de todas las restauraciones del mundo. Pulen las piedas, enlosan los suelos y todo parece una reconstrucción en cartón piedra. La incuria es necesaria, el deterioro transmite la sensación del tiempo encastrado en las piedras.

25 de Agosto Pandemia y territorio

24 de Agosto Dioses cadáveres. Es la expresión de Pierre Loti ante la inmensidad de piedras labradas de la ciudad abandonada de Angkor. Es maravilloso el relato que hace de su viaje. Lejos de mostrar un entusiasmo exagerado o una recreación fantástica al uso refleja sensaciones muy parecidas a las que yo he sentido en los viajes. Todo le satura, toda la muerte que rezuman las ruinas le ponen melancólico.
La primera noticia que tuve de Pierre Loti fue en Estambul donde todo el mundo habla de él porque debió establecer su residencia. Fuimos al famoso Café Pierre Loti en un alto desde el que se divisa todo el cuerno de oro y luego bajamos, como los propios estambulitas, por el inmenso cementerio paseando. Ella compró varias postales en las que Pierre aparece disfrazado de egipcio, de turco, fumando el narguile y así... y al llegar a casa compró este libro que ahora leo con delectación, solo y acostado en el dormitorio colonial. Creo que incluso en su momento la reprendí por comprarlo pensando que era una tontería.
No es sólo fascinante el monumento de la ciudad perdida sino cómo la sabana se la va comiendo. Los dioses, los personajes del Ramayana congelados por milenios, las apsaras capaces aún de concitar el placer de existir...
Sin embargo, ahora veo que yo no he sido tan pesimista, tan Pierre Loti, que cuando vi por primera vez esas apsaras no sentí toda la muerte de los habitantes de esos templos sino que sentí la deslumbrante luz de su existencia. Aunque tenía fiebre todavía en los templos de Kajuraju, donde el estilo hindú más puro se despliega por los lienzos de piedra, los turgentes, explosivos pechos de las apsaras danzando hacían evocar para mí el momento probable en el que el artista que los tallara encontrase en un lecho a su apsara real... Y el kamasutra al completo en piedra, zoofilia, poliandría inmemorial, deslumbrante entre los jardines de bugavillas.

23 de Agosto Se pone de pie en la arena y alcanza mi rostro. Le miro y él con los ojitos arrugados me sostiene la mirada. Pienso en que me suena tantísimo su cara... que no es que se parezca a ella, a mí o a alguien; me suena de más, como si le conociera de otra vida.
Le digo a ella que tal vez fui su padre en otra vida y ella contesta: "Te imaginas... que siempre hubieras sido su padre..."
"Sí –añado- que hubiese sido su padre en todas las vidas, durante todo el tiempo, que siempre fuéramos las mismas almas..."

22 de Agosto Vamos a ver atardecer a Aldán, lo más parecido a los Gozos y las Sombras que he encontrado, -casi nada-. El crepúsculo hace rodar un sol sacro por los montes de eucalipto y justo cuando se esconde se puede ver toda la ensenada sin ser cegado por el astro. Están una infinidad de barquichuelas flotando por todas partes y hay una gran sensación de paz, de aburrimiento.
Me fijo en una barca. Como en todos los puertos hay algunas que parecen abandonadas, aún amarradas a la orilla se ve que no las ha tocado mano humana en muchos años. Están cubiertas de una costra que las vuelve minerales, que unifica toda su forma en una sola con distintas capas sucesivas de barro, sal, arena, niebla y sol. Son como un cadáver de las otras o, más, como una momia, como una barca que ha pasado de ser una barca de verdad a un arquetipo, a la abstracción que la palabra barca designa.

21 de Agosto Ahora entiendo el paisaje de Dalí. No es tan surrealista. Seguro que su Cadaqués es como estos cabos.
Hay enfrente de una de las ventanas de la habitación con ventanas una terraza con una mesita y dos sillas igual que un cuadro suyo que se titulaba mesa solar y que me encantaba en la adolescencia.

20 de Agosto Un energúmeno me increpa al aparcar en la playa porque me he acercado demasiado a su coche. Lo separo e irónicamente le pregunto si le vale así. El otro hace esfuerzos para no responder pero al instante se revuelve. De pronto me parece que estoy en el patio de un colegio, que ese idiota sólo merecería una paliza y me siento dispuesto a dársela cuando dice que no sé conducir y no sé que más chorradas de retrasado mental...
Claro que yo le he dicho, sin insultos, algo peor, que las cosas no se dicen así, es decir que carece de educación, y aunque no tenga ni dos neuronas se dará cuenta de que sin educación no se es persona... En la infancia no se valoraba la educación sino el valor ante la ofensa, la supervivencia...
Como estaba en el nivel infantil me di la vuelta haciendo ruidos y gestos de desprecio... -el gesto flamenco equivalente a colgar un teléfono-. Cuando me tumbé en la arena vi que su cochambroso coche se iba de la playa. De rabia debió decidir irse. Si fuera tan fácil echar así a los energúmenos de todas las playas del mundo...

19 de Agosto Cogemos un ferry. Son apenas veinte minutos de trayecto, ni siquiera salimos a alta mar pero deambulo por el paquebote como un niño y al final me coloco en la proa. Hay un viento muy fuerte y el sol se pone de cara a nuestro trayecto. Saco la cabeza hasta que no veo nada humano, sólo mar, cielo y aire. Pienso en que me gusta -me gustaría- navegar porque así se siente uno más un elemento que un humano.

18 de Agosto A la hora del desayuno en la puerta hay un petate cochambroso con una medalla y una pluma. Dentro un hipi melenudo, sucio, descalzo y con dos pulseras en los tobillos. Alguien le pregunta por el petate y él mismo, su dueño, contesta que pertenece a un individuo peligroso.
Pide la cuenta de un café solo grande, dos magdalenas y tres cervezas. Uno que le habla dice que le cobren una cerveza menos. No sé si quería decir que la pagaría él o era una mera sugerencia al dueño. Él se congratula de que aún le quede dinero después del opíparo desayuno y vuelve a la terraza y se muestra de cara al dios sol que le va tostando.
Esta gente tan hosca le trata bien, mejor que a nosotros, porque en lugar de un pobre idiota ven en él a un gran filósofo, un diógenes playero.

17 de Agosto Sigo escenificando siempre la misma ceremonia cuando llego después de mucho tiempo a la playa. Suelo irme solo y camino perpendicularmente a las olas, con la mirada fija en la inmensidad, pensando en ella y simulando que ese fuera mi paseo definitivo. Y así me invade una sensación de todo.
Pero hoy he mirado hacia atrás y he visto que Darío me seguía a gatas y he vuelto atrás. Sobre la arena virgen ha dejado una estela de gusano que se cruza con las huellas que ha dejado una gaviota.

16 de Agosto En la habitación con ventanas se oyen al alba varios gallos. Uno, el más cercano, estuvo hora y media recibiendo el amanecer y hoy está desbaratado y loco. Canta a todas horas y los perros le contestan.

15 de Agosto Tras lastimeras gestiones nos pasan a una habitación con ventanas ¡Qué distinto en apenas tres metros! Tres ventanas enormes, al monte y al mar. Desde aquí se divisan tres faros, islas...

14 de Agosto La playa es una zona simbólica donde la sensación de límite desborda la noción de lugar.
Hoy llegamos a esta y nunca había estado en una playa tan desierta. No sé si se deberá a que una nube enorme como una esponja cargada con agua de charco se ha estancado en su cielo.
Estamos en bañador por guardar las formas pero al menos un abriguito de verano se hace necesario. Más allá de esas rocas nos dicen que hay una playa de nudistas y yo pienso que con este frío más bien serán exhibicionistas con su gabardina y en pelotas por debajo que, de vez en cuando, se la abran dejando ver sus desnudeces.

13 de Agosto Tan barato, en el mar: Sin ventanas.

12 de Agosto Cogí el libro de Auster y lo eché en el buzón de la biblioteca. Al llegar a casa el libro seguía estando en casa. Sólo pudo ocurrir una cosa. Entregué un libro mío de Auster, del mismo color, tamaño y editorial.
Los de la biblioteca han enviado ya una carta a casa de mis padres reclamando el libro de Auster. Cómo explicar que yo entregué otro libro de Auster y que era mío. Pienso en dejarlo como una donación anónima a la biblioteca pero me recomiendan que vaya a por él y lo pida. Ambas opciones serán de lo más austerianas, de su lógica del azar; tanto si me enredo en las kafkianas explicaciones como si un día voy y encuentro mi libro en el depósito.

11 de Agosto Me puse a escribir parte de un pasaje de la novela y después, revolviendo los manuscritos, encontré dos folios que contaban lo mismo. Los leí y me asombré de lo exactos que eran. Se trataba de unas hojas de muchos meses de antigüedad, quizás años y mi cerebro reescribió aquello tal cual, no letra por letra, pero sí párrafo por párrafo, casi frase por frase.
Aquellos que dicen que han perdido novelas enteras tal vez podrían haberlas reescrito. En un alarde de hiperventilación digo que si perdiéranse mis tres o cuatro libros podría reescribirlos de memoria.

10 de Agosto La diferncia entre el ensayo y la novela es el tono. En el ensayo uno imposta certidumbres y en la novela, más humilde y realmente, plasma impresiones.

9 de Agosto Llegan las primeras pruebas del diario del año pasado. ¡Qué lejano todo aquello que parecía el presente más presente!
Escrito a cada instante, quizás era eso, pero quizá también por eso hecho de cosas que caducan. Sin embargo en los diarios debe haber algo que los trascienda como testimonio y dé paso a que quien los lea los experimente en ese momento como un presente suspendido en esas letras.

8 de Agosto Como se nubló al atardecer salieron a la calle todos los niños, los nietos o biznietos de los muertos que hay en cada casa del pueblo.
La casa que han hecho mis padres donde había unas cuadras tiene un detalle fundamental igual que las otras: Desde la calle, a través de la puerta, se ve la otra puerta abierta que da al patio y la mirada atraviesa esa penumbra de diez o quince metros para encontrar otro espacio iluminado que parece estar extrañamente más cerca por la luz.
Antes de irme hoy veo que está allí, al otro lado, mi madre, sentada e iluminada frente a un fondo vegetal sonriendo mientras conversa con alguien y la encuentro tan bella.

7 de Agosto Sin embargo el sueño de ayer fue maravilloso. Yo era niño y guiaba a dos adultos por las afueras de la ciudad, en una zona verde que desembocaba en un inmenso parque. Les señalé una acequia por la cual, sumergidos en el agua, accederíamos a ese jardín a esas horas. Había que entrar flotando sobre el agua cristalina bocarriba. Recuerdo que, ya en el agua, salía el hombre que cerraba el jardín, dando dos vueltas a la llave de una vieja puerta metálica. Era un hombre indio vestido con un harapo azul celeste. Durante unos segundos se quedó parado como si sospechara que estábamos allí y luego se fue.
Momentos antes, cuando les enseñé el túnel vegetal por el que había que colarse, recuerdo haber visto algo tan bello que me dejó conmocionado incluso después de despierto: Encima del agua un techo curvo de verdes hojas largas que una brisa cálida agitaba dejaba ver los destellos de un cielo impensable, a medias diurno y nocturno.

6 de Agosto Podría patentar la fórmula para ser infeliz: recordar la felicidad pasada con pena por huida y recrear lo doloroso.

5 de Agosto No sé por qué se me metió en la cabeza celebrar el primer cumpleaños de Darío en el pueblo de mi madre: La casa nueva sobre las cuadras que ha conjurado todos los fantasmas...
Ha sido el día más caluroso de todo el verano. Ya hace un año... Le miro y todavía no puedo creer que fuera ese puntíto que latía en la primera ecografía. Todos los somos pero él individualiza para mí ese milagro de existir.

4 de Agosto Mientras ella cocina un corderito lechal les digo que si los humanos tuviéramos un depredador sobre nosotros similar a nosotros el bebé sería un suculento plato para él, al pobre se lo querrían comer a toda costa... Y por eso sueño luego, por la noche, que descubro en el barrio de mis padres un piso donde vivía una familia que fue caníbal. No sé por qué accedo a un piso siniestro y descorro una pared donde aparecen unos murales con calaveras y una voz en off argumenta su tesis que defiende el canibalismo. Más tarde se hace un repaso de lo sabrosas que son todas las partes del cuerpo humano, como si hubiera grandes estudios contrastados sobre el tema y al parecer no se desaprovechaba nada. Me despierto mínimamente e intento despejarme diciéndome a mí mismo que sólo con despertarme dejaría de vivir algo tan desagradable.

3 de Agosto Tendría yo siete años cuando vi el primer muerto. Mi madre me llevó al velatorio de su tío Jonás. Es muy extraño que no se cuidara de evitarme aquello pues luego, siempre, me eximió de visitar moribundos o cosas que me pudieran impresionar. Sin embargo tengo recuerdo de que en aquella ocasión me llevó sin pensárselo. Creo que por entonces, recién llegados a esta ciudad, que en ese tiempo era horrenda, tal vez yo no fuera admitido aún en ningún colegio y, sin familia, ella no tuviera con quien dejarme.
El caso es que lo que recuerdo es ir de su mano hasta un barrio todavía más feo y entrar en una casa de pisos viejos. Era una mañana blanca, fría y ventosa como sólo esta ciudad sabía fabricar entonces. Entramos y el ataúd estaba en el pasillo. Había que pasar de lado y, a través del cristal, ese señor al que nunca conocí permanecía como una estatua obstinada en no despertar ante toda la gente compungida que deambulaba por allí. Lo que más me llamó la atención fue que en lugar de corbata tenía una especie de escarapela compuesta por cintitas de colores.

2 de Agosto Le perseguí cuanto pude por El Corte Inglés. Cuando pensaba que le iba a perder era él el que aparecía de nuevo en mi campo visual. La cabeza rapada, retraída hasta la mismísima calavera, los ojos hundidos en ella y sobre la boca, abierta como un pulmón de ballena, un bigote blanco. Impecablemente vestido dos zapatitos blancos le hacía levitar sobre el suelo. ¿Cuánto años podría tener ese hombre? Tenía que tener más que mis padres pensé, noventa, cien...
De pronto lo empecé a ver como algo más que un hombre, al margen de su vida pasada que parecía ya no incumbirle, era un esqueleto andante, un muerto seguro, de hoy mismo o mañana o poco más... Y más que a un esqueleto me dio por contemplar en él ya un alma. Y era para mí un espectáculo impresionante.
Como alguien que es ya más de el otro lado que de este se me figuraba un muerto dándose u paseo por aquí, un hombre de la antigüedad, de lo muerto para siempre, comprando cuatro cosas, con su ABC debajo del brazo en el que otros como él hoy se estampaban en sus barrocas esquelas.

1 de Agosto Las funcionarias de la administración siguen como siempre, tratando al personal como si uno fuera al absurdo que gestionan ellas por placer. Hoy una me trata de tú, con el mismo tono que se trataría a un criminal, en lugar de dirigirse a mí con el respeto que merezco como persona y como un honorable profesor que soy y que lleva su escritito y sus compulsas que plasman las horas de formación a fin de que me paguen mi bien ganada antigüedad.
Pues esta tipa tiene el descaro de hablarme con un tono que no se lo permitiría a nadie en la calle sin darle un tortazo. Siempre me acuerdo en estos casos de aquel americano que dio un tortazo ante mis ojos a un funcionario del aeropuerto de Nepal. Me pareció horrible, aquel pobre muchacho casi correspondió con una sonrisa. ¿Qué harían estas tiparracas si se las tratara como merecen? Se pedirían la baja. Claro que en ese mismo aeropuerto de Katmandú los policías iban de la mano como dos novios sonrientes. Otro mundo.

31 de Julio En la última inauguración a la que asistí, la primera frase que soltó a la prensa la artista amiga: "Estos cuadros aunque parezca que son muy fáciles de pintar me llevan mucho tiempo".

30 de Julio De cada casa del pueblo conozco al menos a un muerto.

29 de Julio Ayer me di cuenta de lo que significa realmente la casa del pueblo, las casas del pueblo. Son la disolución del yo. Todo el mundo por su lado, a su aire, sosteniendo conversaciones entrecortadas, esporádicas, por los rincones.
Creo que eso no me gusta mucho, me gusta más menos gente, profundizar en un algo, pero bueno... a los demás parece encantarles.
También percibí que la mucha gente afea mucho los sitios, espanta a los fantasmas, siendo todos de la familia fantasmas ya, materia, unos de otros, de los subconscientes, más de nuestros sueños casi ya que de nuestras realidades.
La poca gente adorna más.

28 de Julio Hay dos cosas que me conmueven del insuperable poema de Horacio. Una es que exponga lo inútil de predecir lo que los dioses le deparan. De alguna forma muy trágica aparece ahí su presente ido ya al fondo de lo muy muerto, su deseo de evadirse de la angustia del futuro incierto cuando ya hace tantísimo de que se consumó su tiempo. Esa contingencia es hermosa y terrible.
Otra es, la recomendación de adaptar al breve espacio de tu vida una esperanza larga. Esto viene a ser, sin compulsión, vitalmente, lo que digo yo de que vivimos sabiéndonos perecederos pero sintiéndonos eternos. Por lo menos vivimos así a épocas, a ratos, en general. Quizá hay otros estadios en los que unos se sientan mortales sin importarles, por mero aburrimiento o humildad existencial.
Me da por pensar que ahora este carpe diem en el que vivo sea el culpable de las pequeñas pesadillas que me torturan todas las noches. Cosas tontas, nada de terror sino bobadas en las que en los sueños me enredo como si fueran cruciales.